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/Mundo cofrade/
La Matanza en El Burgo de los matarifes lo tienen todo perfectamente
Osma ordenado: La roldana, el fuego, la paja para
chamuscar las cerdas de la piel; los cubos
Decía el slogan de esta grandiosa fiesta no so- de bronce para que las mondongueras reco-
riana sino nacional, en que “de la Matanza del jan la sangre, los cuchillos o corones, todo dis-
Virrey…¡hasta los andares!” parafraseando a puesto para que cuando el director de escena,
Álvaro Cunqueiro que en cierta ocasión co- Armando García, de la orden de comenzar
mentó que del cerdo le gustaba todo…hasta con todo el riguroso ritual del proceso matan-
la parsimoniosa manera de andar. cero esté todo preparado. Allí no hay lugar pa-
Y en esta docta casa, donde cada año, des- ra las sorpresas. Los gaiteros van apareciendo
de enero hasta abril, celebran las jornadas en la plaza y ofrecen música castellana; el ani-
matanceras más importantes del mundo mun- mador del festejo, el amigo Callejas, va rela-
dial, hacen bueno el dicho del citado escritor tando con especial gracejo y cara bondadosa
lucense, porque todo lo que preparan basado los pormenores del acto, y el matarife va pa-
y derivado del más apreciado animal, conside- sando sucesivamente el largo cuchillo por la
rado el mejor amigo del hombre sin duda algu- cheira mirando de reojo al animal que ha si-
na, que se cura después de muerto, estando do preparado para evitarle el más mínimo su-
todo exquisito. En El Burgo probamos sus frimiento.
morcillas; sus alubias regadas por el Úcero, Al público nervioso, le van ofreciendo pas-
comimos los “torreznos del alma” en su punto, tas y bizcochos a la antigua usanza, porque
el cochinillo crujiendo su piel, los tiernos trozos esta fiesta matancera sigue la tradición para
de oreja, sus chorizos, su picadillo adobado, lo que fue creada, rescatando las cosas que
sus manitas guisadas, etc. con el tiempo habían ido desapareciendo, así
que en ella se mezclan las costumbres tradi-
Pero antes de sentarnos a comer en el salón cionales de la matanza casera. Su historial lo
Castilla de los Diezmos, antiguo granero con dice en textos de su primer Mantenedor, el ín-
más de cuatrocientos años de existencia, te- clito Don Miguel Moreno y Moreno, maes-
nemos obligada cita en la Plaza Mayor delan- tro y Cronista soriano que acuño la frase: “Por
te del ayuntamiento. Allí, a la hora convenida, el renacimiento de la Tradición”.
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