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/Las barricas/
Rioja Alta, tierra con nombre el vino no sólo se bebe; el vino se vive. Forma
de vino... Y de riqueza cultural, parte de las grandes celebraciones, pero tam-
bién de las pequeñas ceremonias cotidianas
natural y etnográfica. El desti- del día a día. Y es que, al final, eso es vivir: ce-
no perfecto para cada tipo de lebrar cada momento. Cada comida en buena
turista. compañía, cada conversación con la persona
El pasado 28 de septiembre se celebró en el querida. Confío en que muchos recorran los
Centro Riojano de Madrid el primero de los Senderos del Vino. Porque de lo que se trata
“Encuentros con la Ruta del Vino Rioja es de que vivan en profundidad la comarca y
Alta”. Los asistentes pudieron descubrir por escriban su propia novela personal”. Viajero in-
qué Rioja Alta es el destino perfecto para des- cansable, Andrés es un gran embajador de su
conectar, saborear y disfrutar con los cinco tierra y cautivó a todos los presentes con sus
sentidos de todas las maravillas de un territorio anécdotas, relatos y curiosidades de Rioja
milenario. Alta.
l acto comenzó con la presentación de la Ruta Después de su intervención, José Ignacio
del Vino Rioja Alta por D. Félix Caperos, Junguitu, apasionado comunicador en vi-
alcalde de Casalarreina, diputado en el ticultura, enología y análisis sensorial realizó
Parlamento de La Rioja y secretario de ADRA una cata distendida junto a Andrés Pascual.
(Asociación para el Desarrollo de la Rioja Ambos presentaron diferentes vinos elabora-
Alta). Inauguró el evento e invitó a todos a vivir dos por bodegas socias de la Ruta del Vino
y sentir Rioja Alta. Rioja Alta.
Tras él, el escritor, formador y conferenciante Y es que en La Rioja la cultura vitivinícola se
riojano Andrés Pascual relató a modo de siente, se huele y se presume en cada uno de
storytelling todos los encantos de La Rioja, sus municipios. Y la Ruta del Vino Rioja Alta
como lugares insólitos por descubrir, rutas es- es un destino donde este legado tiene aún
condidas y experiencias auténticas e imperdi- mayor arraigo. Allí el vino ha dejado una hue-
bles: “En la Ruta del Vino Rioja Alta los viajeros lla imborrable forjada a lo largo del tiempo, y
se sumergen en una cultura vitivinícola que im- se ha traducido en un conjunto de bodegas,
pregna todo lo demás. Porque en la Rioja Alta restaurantes, alojamientos y propuestas cultu-
rales, naturales y etnográficas para todos los
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